Amparo Fernández –estudiante de Agrimensura de la Facultad de Ingeniería de la UdelaR- postuló a la segunda convocatoria del Centro de Innovación en Ingeniería (CII) y obtuvo US$ 12.500 para realizar su proyecto de grado con el apoyo del INIA. ¡Vos también podés conseguir financiamiento para tu proyecto innovador de fin de carrera! Hasta el 12 de abril está abierta la tercera convocatoria.
Las convocatorias del Centro de Innovación en Ingeniería (CII) ofrecen hasta US$ 12.500 a aquellos estudiantes de ingeniería cuyos proyectos de grado estén enfocados en solucionar un problema de una empresa o industria. Este fue el caso de Amparo Fernández –estudiante de Agrimensura de la Facultad de Ingeniería de la UdelaR-quien, luego de haber detectado un área de mejora en el sector agrícola y conseguido el patrocinio de INIA, se presentó a uno de los llamados del CII y obtuvo el máximo financiamiento otorgable para su investigación.
Impulsadas por las cuatro facultades de Ingeniería del país (UdelaR, UCU, UM y ORT) con el apoyo financiero de la ANII y la gestión operativa de la Fundación Julio Ricaldoni, las convocatorias del CII apuntan a fortalecer la formación de los estudiantes de ingeniería, haciendo énfasis en la relación con el sector productivo y el desarrollo de competencias de creatividad e innovación.
Atendiendo a un problema productivo
“La idea del proyecto se concretó a raíz de una jornada sobre agricultura por ambientes que se hizo en INIA La Estanzuela. Con mi inicial compañera de proyecto, Martina Casadei, detectamos que si bien los técnicos realizaban estudios periódicos sobre rendimiento y composición de suelos para un mejor aprovechamiento, carecían de un método que les permitiera reunir e interpretar fácilmente los datos que obtenían a gran escala”, explicó Amparo.
De allí surgió el interés por crear una herramienta que, a partir del análisis de imágenes satelitales e información preexistente en otras cartografías, permita hacer un mapeo de las capacidades agrícolas del suelo. En simples palabras, en un futuro será posible decirle al productor “en esta zona es conveniente plantar tal cultivo o en este punto de la chacra es necesario adicionar determinados nutrientes o micronutrientes al suelo”, señaló la joven investigadora. Para probar su método, analizará la aptitud agrícola de 2 chacras del INIA para cuatro cultivos (soja, sorgo, cebada y trigo).
Mirar desde arriba y saber qué planta
El proyecto de Amparo (que cuenta con la tutoría de la profesora Rosario Casanova) implicará tres etapas de trabajo. “La primera es clave para determinar la fertilidad del suelo y para conocer qué requiere cada cultivo para crecer”, explicó. Además, añadió que para realizarlo cuenta con el asesoramiento de un Ingeniero Agrónomo del INIA, quien le facilita información de análisis de suelos y mapas de rendimientos realizados en las chacras a estudiar. En esta etapa también se recolecta la información existente que formará parte del modelo a generar.
La segunda fase, en tanto, es de comparación: “con los análisis de suelo y la cartografía existente de una parcela en una mano y la imagen satelital correspondiente al mismo lugar en la otra, intentaré decodificar cómo se traducen los datos del suelo a la imagen, para construir un modelo que permita predecirlo”, señaló.
Finalmente viene el momento de probar y verificar el método. “Voy a tomar una imagen satelital del tiempo actual y, aplicando el procedimiento y los modelos cartográficos existentes, espero poder determinar qué componentes hay en el suelo en función de cómo se reflejan en la imagen para generar nueva cartografía”, indicó. Posteriormente se realizará un estudio de suelos, con el cual se comparará los resultados del procesamiento de imagen, validando, refutando o ajustando la metodología creada
Mutuo beneficio
La convocatoria del CII representó un beneficio doble en el caso de Amparo: ella obtuvo financiamiento para realizar su proyecto, mientras que el INIA se beneficiará de sus valiosos resultados. “La posibilidad de saber ´desde arriba´ (a través de una cartografía actualizada) dónde hay determinados nutrientes y dónde no los hay en un campo, supone una reducción de costos importante para los productores agrícolas, porque les permitirá tomar la decisión de plantar donde sea más beneficioso o adicionar nutrientes con mayor precisión”, explicó la estudiante. Su proyecto también incluye la realización de una cartografía de todo el país que distinguirá los suelos en tres categorías: agrícola, no agrícola y agrícola con restricciones.
Amparo recuerda que cuando se enteró de la convocatoria del CII pensó: “sería fantástico si me pagaran por hacer mi proyecto de grado”. Hoy cuenta que el dinero obtenido será utilizado para comprar imágenes satelitales y realizar los análisis de suelos necesarios para testear su método.
Está abierta la 3º Convocatoria del CII
¿Vos también estudiás una carrera de grado de Ingeniería en alguna universidad de Uruguay y estás por comenzar a preparar tu proyecto final? Si es así, hasta el 12 de abril podés postular a la 3º convocatoria del CII y participar por la oportunidad de obtener financiamiento de hasta US$ 12.500.
Para postular, las propuestas deberán contar con el aval de la universidad y de una empresa que manifieste real interés en sus resultados. Los proyectos podrán estar enfocados en el desarrollo de innovaciones de proceso, producto, organización o comercialización, pero en todos los casos deberán implicar un período máximo de ejecución de 12 meses.
Si sos estudiante de la UdelaR, el mail de contacto es cii@fing.edu.uy.
Fuente y foto: Fundación Ricaldoni