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Experiencias de intercambio

Realizar un intercambio estudiantil, estudiar fuera del país o conocer otras universidades, son ideas que motivan a quienes estudian. La Facultad de Ingeniería (Fing) tiene suscritos muchos convenios con universidades de todo el mundo; existiendo numerosos programas y becas a las que es posible postularse siendo estudiante. Son cientos los ejemplos de personas que han logrado tener esta oportunidad, estando vinculadas a la Fing. En esta nota el área de comunicación presenta tres testimonios de estudiantes que realizaron movilidades recientemente y nos cuentan su experiencia.

“Mi experiencia fue la mejor, sinceramente, se la recomiendo a todo el mundo.”

Inés en Salamanca

Inés Álvarez es estudiante de Ingeniería de Alimentos de la Fing de la Udelar y realizó un viaje de intercambio por un año a la Universidad de Salamanca, en España. Relata que Salamanca es una ciudad pequeña y que logró hacerla su hogar rápidamente: “Es una ciudad universitaria, entonces está planeada para recibir estudiantes; es muy fácil hacer amigos porque la gente va y viene (…) en la Universidad hacen jornadas para que toda la gente que está de intercambio, desde dentro de Europa y desde fuera, se conozcan.”

Realizó materias que puede revalidar en su carrera y, además, buscó cursar optativas diferentes a las asignaturas que se ofrecen en la Fing, como Logística y Marketing  y así adquirir otros conocimientos que le pueden aportar a su formación académica de una forma más global.

En principio Inés tenía planificado la realización de un intercambio por un semestre, pero relata que decidió extender su beca y quedarse el año completo. También logró gestionar un permiso para trabajar durante el tiempo que duraba el receso de los cursos. Alquiló habitaciones amuebladas por la duración de los semestres en donde vivía con otros jóvenes estudiantes. 

Nos cuenta que fue una experiencia muy enriquecedora para ella, en la que aprendió a estudiar sola, conoció gente nueva; se desafió a sí misma en el proceso de adaptarse a estar sola en otra ciudad, cursando en una facultad nueva y diferente, pero que igualmente le brindó muchos aprendizajes. 

“Hay que animarse, y en el peor de los casos te volvés. Abrir tu horizonte y ver que hay muchas más cosas además de las que tenemos acá. (…) Hay convenios que tiene la Udelar con muchísimas universidades, no sólo en España y que los podes aprovechar y exprimirlos al máximo. No es lo mismo irte de viaje a cualquier lugar que ser una persona que vive ahí. Vas a vivir una experiencia única porque vas a tener una rutina [diferente], vas a tener [otros] compañeros. Para mí es la mejor experiencia que he tenido hasta ahora”, concluye. 
 

De Fiuni a la Fing

Sandra Ocampo en la plaza independencia
Sandra Ocampo es estudiante de Ingeniería Civil en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Itapúa  (Fiuni) en Paraguay; llegó en febrero de 2023 a Uruguay y se encuentra estudiando por un semestre en la Fing a través de una beca de intercambio de la AUGM. Para Sandra este intercambio es una forma de salir de su “zona de confort” y enfrentarse a otra forma de vida. 
 
“Allá en Paraguay la educación es buena sí, pero nos pintaban algo muy lindo acá, en la Facultad de Ingeniería de Uruguay, ya que tenemos compañeros que habían venido anteriormente y decían que era una experiencia única ya que el país tiene muchas cosas lindas que ver: la costa, el mar. Para nosotros es como una Europa de Sudamérica. (…) Con mi experiencia hasta ahora puedo decir que la educación es muy buena acá, los profesores son muy buenos”, destaca Sandra.

Relata que lo que más le llamó la atención es la numerosidad de estudiantes que asisten a la Fing, ya que en su Universidad existe una prueba que limita los ingresos a 120 personas. “Es muy lindo ver que un país ofrece tantas oportunidades a tantos jóvenes, ya que allá muchos jóvenes se quedan sin la oportunidad de estudiar.” Agrega, además, que en la Fing los docentes se toman su tiempo en explicar para que los estudiantes puedan comprender los contenidos y no queden tantas dudas. 

Por otra parte, cuenta que socializar ha sido más difícil, con los grupos numerosos y siendo extranjera, no siempre es fácil sentirse acompañada; además de tener el desafío de estar en una ciudad desconocida y circular por lugares que no sabe si serán seguros. 

Sandra cuenta estar sorprendida por las instalaciones de la Facultad, por su biblioteca, las áreas verdes, los espacios para estudiar.  Se encuentra cursando materias nuevas y conociendo personas de diferentes culturas.

“Lo fundamental es poder crecer uno, tanto como persona como desde el intelecto. Salir de nuestra zona de confort te hace dar cuenta de que papá y mamá no van a estar siempre; entonces [es necesario] buscar nuestro propio camino, hacer nuevas amistades, conocer nuevas culturas. (...) Es una experiencia muy linda, cuesta un montón, sí, porque no tenés a todo tu entorno cerca, entonces tenés que ir adaptándote (…) pero suma mucho a la carrera y también a nivel personal.”, comenta.
 

Una estancia corta pero enriquecedora
María en Massachusetts

María Trucillo es estudiante de la Fing, recientemente obtuvo la Beca Study of the United State Institute del Área de Educación y Cultura, financiada por el Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU), en convenio con la embajada de EEUU en Uruguay. Fue seleccionada, junto a 5 personas más de Uruguay y 15 personas de Argentina, Chile y Brasil, para viajar juntas a EEUU durante cuatro semanas.  En este caso, la temática del programa fue Desarrollo Económico y Emprendedurismo Social enfocado a jóvenes líderes. Maria, por su parte, tiene un proyecto comunitario que se llama Conciencia Project, que se encarga de la divulgación del trabajo de mujeres en el área del STEM.

El grupo viajó por diferentes estados, en donde además de visitar lugares de importancia para la cultura local, como el intstituto de Massachusetts, cursaron clases en diversas universidades y centros de alto reconocimiento, como Amherst College, en donde tuvieron clases sobre inclusión, racismo y liderazgo inclusivo. 

Asistieron además a cursos en el Institute for training and development y en la Universidad de Harvard; visitaron lugares importantes de Boston y fueron a Nueva York, en donde estudiaron en la Universidad de Columbia y recorrieron los lugares centrales de la ciudad.  

María cuenta que visitaron el Gran Cañón de Arizona y que además fueron a “conocer esas partes no tan lindas de Estados Unidos” ya que “el programa no está diseñado para que la gente piense que EEUU es el mejor país del mundo y que todo está bien.” Cuenta que la idea era conocer sobre la frontera y la migración; “aprendimos que muchas veces decimos que hay personas que son ilegales en EEUU, pero en realidad una persona no puede ser ilegal (…) son personas indocumentadas.”

Visitaron la frontera con México, en donde se encuentra lo que llaman “el muro” que sirve como división de la frontera.  “Conocimos también los caminos que hacen los inmigrantes, en donde dejamos agua; hay varias organizaciones que se dedican a dejar agua para ellos. Tuvimos clases ahí también, conocimos más sobre la cultura estadounidense que tiene más influencia latinoamericana.”

Fue un viaje de muchos aprendizajes y desafíos, ya que convivió con otras 19 personas de diferentes culturas y que, además, el uso del idioma inglés era diario.

En cuanto a lo académico cuenta: “Esta beca me aportó, aparte del idioma, aspectos de liderazgo y de desarrollo económico que quizás en mi carrera no conocería hasta más adelante o directamente no conocería, pero son muy importantes para mi vida profesional.”

Agrega además: “la visión que tenía de EEUU definitivamente cambió y para bien. Aprendí muchas cosas, algunas que me gustaron y otras que no. También aprendí mucho en las clases, sobre Emprendedurismo Social y sobre Liderazgo Inclusivo. (…) vine a Uruguay con ideas de aplicar metodologías que permitan a otras personas acceder a lo que yo quiero compartir.”, relató.
 

Información sobre becas y movilidades