La Facultad de Ingeniería continúa con su ciclo de columnas en La Diaria como festejo por los 100 años de la denominación de la Institución. Este jueves 22 se publicó la nota "El mundo cambia, la Facultad también", la cual aborda el desarrollo de las nuevas carreras y la evolución de la Ingeniería Nacional.
El mundo cambia, la Facultad también
En un Uruguay que comenzaba a transitar el abandono del militarismo para llegar al civilismo, surgía la prestigiosa Facultad de Matemáticas y Ramas Anexas. Fue en 1888, luego de la entrada en vigencia de la Ley Orgánica confeccionada en 1881, cuando se empezaron a dictar los primeros cursos de Ingeniería de Puentes, Caminos y Calzadas, de Arquitectura, de Ingeniería Geográfica y de Agrimensura.
El entonces rector de la Universidad de la República (Udelar), Alfredo Vásquez Acevedo, junto a un destacado consejo, fueron los responsables del plan de organización general de la Facultad. Vásquez Acevedo sostenía en ese momento que aquellas primeras carreras “satisfacían los deseos de la juventud estudiosa y las necesidades más urgentes del país”(1).
Si bien pasaron muchos años desde ese primer paso -incluso, desde la adquisición de la denominación de Facultad de Ingeniería (Fing), en 1915-, uno de los propósitos de la institución continúa vigente: formar profesionales capacitados para insertarse en un mundo en constante cambio, capaces de afrontar las necesidades y demandas del sector productivo, así como de contribuir al desarrollo de la sociedad.
Nuevos títulos y nuevos horizontes
Hoy existen más de una veintena de carreras de grado en la Fing. Todas ellas -ingenierías, licenciaturas y tecnicaturas- surgen como respuesta al proceso de transformación que vive nuestra sociedad. Ejemplo de esto son el desarrollo productivo, la investigación y profundización en áreas del conocimiento y los nuevos desarrollos científicos.
Considerando estos cambios, la Fing ha impulsado y llevado adelante la presencia de carreras -total o parcialmente- en el interior del país: la Licenciatura en Ciencias Hídricas Aplicadas (Salto), la Licenciatura en Ingeniería Biológica (Paysandú), la Tecnicatura en Telecomunicaciones (Rocha) e Ingeniería Forestal (Tacuarembó), entre otros.
Estos títulos, además, se crean en lugares estratégicos de nuestro territorio, lo que permite a los estudiantes estar en contacto con los recursos y el medio profesional desde el inicio de la carrera. Es de suma importancia mantener el vínculo entre las propuestas académicas y la situación real de cada región donde los centros universitarios se encuentran instalados.
Desarrollo productivo
Ingeniería Forestal e Ingeniería de Producción son carreras que se corresponden con el desarrollo productivo. En los últimos años, estos sectores lograron alcanzar un incremento preponderante y, a su vez, vienen transitando un camino de consolidación ágil e intensa.
Hoy día, la exportación de productos forestales es uno de los elementos con mayor empuje en la balanza comercial uruguaya. Por ese motivo, es esencial la intervención de un profesional con un sólido dominio de las ciencias básicas y básicas-aplicadas, así como la capacidad para intervenir tecnológicamente en la resolución de problemas.
Asimismo, en un contexto global en el que los estados aumentaron la eficacia y eficiencia de los procesos de producción de bienes y servicios, resulta necesaria la incorporación de un experto en el manejo de sistemas integrados de materiales, información, equipos y recursos humanos. Es aquí donde el Ingeniero de Producción Industrial aparece y desempeña el rol de “articulador”. Para ello, es fundamental el aprendizaje de conocimientos de ciencia, tecnología, economía y administración.
Investigación y profundización
Algunas carreras que se encuentran vinculadas a la investigación y el desarrollo de nuevas especialidades son la Licenciatura en Ciencias de la Atmósfera, la Licenciatura en Ciencias Hídricas Aplicadas y la Licenciatura en Computación.
La observación, comprensión y predicción del tiempo y el clima tienen implicancias decisivas en innumerables actividades y procesos de interés para la sociedad. Por esa razón, es vital la contribución de un profesional dedicado al planteo y la atención de problemas, desde el cambio climático global hasta aspectos micrometeorológicos.
Con énfasis, sobre todo, en la región sureste de América del Sur, el licenciado en Ciencias de la Atmósfera es quien logra hacer viable un mejor tratamiento y abordaje científico a los problemas relacionados con la temática. Esta carrera es dictada en conjunto con la Facultad de Ciencias.
Siendo Uruguay históricamente reconocido por su producción agrícola-ganadera, resulta ineludible administrar con responsabilidad los recursos necesarios para este tipo de prácticas; uno de estos recursos fundamentales es el agua. El licenciado en Ciencias Hídricas Aplicadas es un especialista que posee la habilidad -ayudado por instrumentos y herramientas informáticas- para resolver situaciones y desarrollos que la producción agrícola, ganadera, agroindustrial y los entes administradores del recurso hídrico requieran.
Nuevos desarrollos científicos
Por último, una de las titulaciones que en esencia es interdisciplinaria es la Licenciatura en Ingeniería Biológica. Es una de las más recientes y, utilizando métodos de la ciencia, la tecnología y la ingeniería, introduce a los estudiantes en el uso de los nuevos equipamientos y técnicas en el sector de la salud, veterinario y de la biología. Incluye, además, el desarrollo de productos y servicios médicos.
Es necesario responder a la demanda existente en esta área, que es cada vez más amplia. Eso genera que las metas académicas deban adaptarse no sólo a las tecnologías evolutivas, sino también a los cambios culturales inherentes a la naturaleza social de algunas de sus aplicaciones.
A la vanguardia
Más de 130 años transcurrieron desde el inicio de los primeros cursos dedicados a la ingeniería nacional. La firme convicción con la que se llevó adelante este propósito dejó de lado todo tipo de descreimiento en la formación nacional y apostó a la calidad y el profesionalismo de los egresados.
Los ingenieros son unos de los tantos actores que se preparan para resolver problemas constructivos y científicos, así como sociales y económicos. La Fing evolucionó conjuntamente con el mundo y lo seguirá haciendo porque estar a la vanguardia y enriquecerse de los cambios es una de sus metas.
El ex rector de la Udelar Rafael Guarga citaba a José Pedro Varela en su columna “El futuro empieza hoy”: “Las generaciones que ahora se eduquen, si no quieren quedar rezagadas, ser instrumentos inútiles en la economía nacional, necesitan prepararse para hacer frente a las exigencias, no de la época actual, sino de la época futura”.
(1) Tomado del libro 75 primeros años en la formación de los ingenieros nacionales, de María Laura Martínez.
Cynara García | Estudiante de la Facultad de Información y Comunicación (Udelar) y asistente del Área de Comunicación de la Fing.
Carreras cortas
La Fing, en acuerdo y cooperación con otras instituciones, ha implementado en los últimos años una serie de titulaciones de carácter tecnológico-práctico. Sus egresados pueden formarse en áreas como: Carnes (Tacuarembó), Cartografía (Montevideo), Madera (Rivera), Telecomunicaciones (Rocha), Informática (Montevideo, San José, Maldonado y Paysandú), Mecánica (Paysandú) o Minería (Treinta y Tres). Estos estudios apuntan a satisfacer la demanda del mercado de técnicos con formación específica en dichas áreas. Estas carreras duran dos y tres años.