Isabella Buschiazzo, ganadora de la Beca Ing. Martha Peluffo 2023, acaba de cumplir 23 años y está próxima a recibirse de Ingeniera Química. Según el Comité que la seleccionó como ganadora de la Beca que organiza Fundación Ricaldoni y que financia la familia de Peluffo, Isabella tuvo “un avance constante en su carrera”, el que estiman le permitirá recibirse en menos de un año.
En esta entrevista, Isabella relata cómo logró adaptarse a las adversidades y superarlas hasta encontrar la profesión que la apasiona.
“Hice la escuela y el liceo en la ciudad de Minas y, desde mi inocencia, creía que en Uruguay no había científicos. Que eso era cosa de Estados Unidos. Me gustaban las matemáticas pero, excepto una profesora, las daban muy por arriba porque no explicaban los fundamentos, las demostraciones para entender cómo llegaban a esos resultados”.
“Cuando terminé cuarto de liceo nos mudamos a Montevideo porque mi madre quiso que fuera a un liceo con mayor exigencia. Obtuve una beca en el PREU y elegí una carrera científica porque quería saber los fundamentos de las cosas”.
“En el PREU hay muchas horas de matemáticas, había clases, maratones… y me apasionó. Fue duro porque me costó un montón adaptarme, había mucha exigencia, los compañeros tenían mejor base que yo. Pero pude”.
“También tuve a María de los Ángeles García como profesora de química inorgánica. Era impresionante… venía de delantal y nos llevaba al laboratorio a hacer experimentos. Estudiábamos el fundamento detrás de todo. Me encantó y decidí hacer química. Después valoré que me gustaría trabajar en una industria y elegí Ingeniería Química”.
Isabella recuerda que, cuando comenzaron las clases de química en el PREU, sus compañeros podían resolver los ejercicios con mucha más facilidad que ella. “Si ellos estaban en el ejercicio diez, yo a gatas estaba tratando de entender el cuatro. Fue una lucha conmigo misma de decir: voy a pedirle que me explique y voy a entender todos los ejercicios. Y la profe, muy bien, me explicaba paso por paso. Esa profe fue esencial”.
La Universidad de la República
En el acto de entrega de la Beca que se realizó en Facultad de Ingeniería el pasado 4 de julio 2023, Isabella agradeció a la Universidad de la República, “una Universidad pública, gratuita y accesible a todos”, por permitirle estudiar y formarse en Ingeniería Química.
En 2019, con 18 años, ingresó a Facultad de Química para cursar matemáticas. Entrar a la Universidad la puso nerviosa porque, “como no conocía a nadie, tuve que armar otra vez los vínculos. Ya me había pasado cuando vine a Montevideo para hacer quinto de liceo. Al final no tuve tanto problema con eso. Tampoco con las matemáticas porque tenía una buena base. El gran salto para mí fue quinto de liceo”.
Isabella valora sus comienzos en Facultad de Química. “Me ayudó que fuéramos pocos. Al final los profesores te conocen. En lo curricular, en las clases de matemáticas van muy rápido, así que fui a todas las clases de consulta para entender bien las cosas, para detenerme en cada detalle. Tengo pasión por las matemáticas y por entender. Y lo pude hacer porque en los prácticos no éramos tantos”.
Entró en Facultad de Ingeniería en el segundo semestre de 2019. “Hice Física 1 y me costó horrores. En Física 2 tuve de profesor a Matías Osorio que es muy buen profe, el tema fue que empezó la pandemia. Osorio dio una sola clase presencial y el resto fueron todas virtuales. Nunca las suspendió y eso fue fundamental. No me perdí ninguna. Al principio éramos cuatro gatos locos porque empezaban a las 22 horas pero él nos motivaba, nos esperaba con música, le ponía muchas ganas, así que se hizo popular y al final éramos un montón de alumnos”.
Segundo año de Facultad lo hizo en pandemia. “Me fue bien pero me pasé estudiando encerrada en mi cuarto. Con una amiga nos hacíamos consultas por Whatsapp, lo cual fue un gran apoyo para mí. Segundo fue un año difícil pero tercero fue peor porque las materias son más complejas: termodinámica, transferencia de calor, fluídos… las peores materias me tocó hacerlas en pandemia. Además mi amiga no cursó ese semestre, así que seguí sola”.
“Aquel año la incertidumbre fue mortal porque no se sabía cuándo iba a terminar la pandemia y porque no sabías cuándo iban a empezar los cursos ni cuando iban a terminar. Además los calendarios de Química y de Ingeniería se desfasaron por lo que tuve exámenes, laboratorios, clases… todo a la vez. No tuvimos descanso y me preguntaba: ¿cuándo se va a terminar esto? El 2021 fue un año complicado y también me la pasé encerrada. No tenía contacto con los otros compañeros así que no sabía si era solo yo la que no estaba pudiendo con todo lo que estaba pasando. Eso también me afectó. Fue muy complicado”.
“En cuarto año (2022) volvimos a presencialidad. Arranqué en febrero en Facultad de Química porque hubo cursos que se atrasaron y también fui a Ingeniería casi todo el tiempo. Como no trabajaba estuve mucho tiempo en Ingeniería. Fui una privilegiada porque en mi familia siempre me dijeron que priorizara el estudio antes de trabajar. De estar todos ahí, armamos un grupo de estudio de quince personas donde todos le metemos y nos ayudamos. Por ejemplo, armamos un Drive para hacer resúmenes colectivos de cada clase. Estudiar así es diferente”.
Mientras se prepara para comenzar su pasantía en una empresa de fármacos veterinarios, Isabella sueña con trabajar en una industria que tenga “un proceso que vaya desde la tierra hasta el producto final. Me encantaría trabajar en una bodega, en la elaboración de aceite de oliva o en cosmética sustentable”, indica.
La Beca Ing. Martha Peluffo
A la convocatoria de la Beca que obtuvo Isabella Buschiazzo se habían postulado diecinueve estudiantes avanzadas de Facultad de Ingeniería (Fing) de la Universidad de la República (Udelar). “Este es un premio al esfuerzo de mi familia y al mío”, indicó la estudiante con visible emoción al momento de recibir el diploma.
Esta Beca forma parte del Programa de Becas de Fundación Ricaldoni. Es impulsada y financiada por los hijos y nietos de Martha Peluffo con el objetivo de homenajear a esta ilustre ingeniera y de apoyar a una estudiante mujer que se encuentre próxima a recibirse como reconocimiento del esfuerzo realizado durante su carrera y de esta forma ayudar a su culminación.
La Beca consiste en un apoyo económico de seis mil ochocientos dólares americanos no reembolsables, los que desembolsarán en el transcurso de doce meses.
Martha Peluffo Etchebarne de Jauge fue una de las primeras mujeres egresadas de la Facultad de Ingeniería. Ingresó en 1932 y obtuvo su título en 1938, siendo la primera mujer en ser reconocida con la medalla de oro de la Facultad.
Si querés conocer más sobre la Ing. Peluffo, sobre esta Beca y conocer a las tres ganadoras de las ediciones anteriores, hacé click acá.
Fuente: Fundación Julio Ricaldoni