La utilización de unidades de procesamiento gráfico (GPUs) para la resolución de problemas de propósito general ha experimentado un crecimiento vertiginoso en los últimos años. Este crecimiento se ha sustentado en su amplia disponibilidad, su bajo costo económico y su arquitectura masivamente paralela, así como en el surgimiento de lenguajes de programación de propósito general. Las GPUs constituyen una alternativa interesante para la implementación de algoritmos masivamente paralelos, especialmente en países como el nuestro, donde el acceso a grandes centros de cómputos se encuentra restringido debido a razones económicas.
En el GPGPU Lab se estudia el uso de las GPUs (y otros procesadores no convencionales) para la resolución de problemas de propósito general en variadas áreas de aplicación.